Salvador Domingo Felipe Jacinto
Dalí i Domènech, Marqués de Pubol
(Figueras, 11
de mayo de 1904 — Ibídem, 23 de enero de 1989),
más conocido como Salvador Dalí, fue un pintor, escultor,
diseñador, escritor y cineasta español.
Dalí nació a las 9:34 del 11 de mayo de 1904, en
el número 20 de la Calle Monturiol, en Figueras, provincia de Gerona. El
hermano mayor de Dalí, también llamado Salvador, murió de meningitis tres
años antes de su nacimiento, a los siete años de edad. Su padre,
Salvador Dalí y Cusí, era notario de la ciudad, natural de Cadaqués, cuyo
carácter estricto y disciplinario era suavizado por su mujer, Felipa Domenech
Ferres, que apoyó los esfuerzos artísticos de su hijo. A los cinco años,
sus padres le llevaron a la tumba de su hermano y le contaron que él era su
reencarnación, hecho que llegó a creer. De su hermano, Dalí comentó: "Yo
he vivido la muerte antes de vivir la vida. Mi hermano murió a causa de una
meningitis, a la edad de siete años, tres antes de mi nacimiento"
[...] "nos parecíamos como dos gotas de agua, sólo que con diferentes
reflejos".
Dalí también tuvo una hermana, Ana María, que era tres años
menor que él. En 1949 Ana María publicó un libro sobre su hermano, Dalí
visto por su hermana. Dalí asistió clases de pintura, donde recibió su
primera formación artística. En 1916, Dalí descubrió la pintura moderna en una
de sus vacaciones veraniegas en Cadaqués con la familia de Ramón Pichot, un
artista local que viajaba frecuentemente a París. Al año siguiente, el
padre de Dalí organizó una exposición de carboncillos en su casa, pero no fue
hasta 1919 cuando Dalí realizó su primera exposición pública en el Teatro
Municipal de Figueras.
En 1921, la madre de Dalí murió de un cáncer de mama cuando él
sólo tenía dieciséis años. Tras su muerte, el padre de Dalí se casó con
la hermana de su difunta mujer; Dalí se sintió un tanto ofendido por este
matrimonio.
En 1922, Dalí fue a estudiar a la Residencia de Estudiantes de
Madrid y allí estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando. Dalí ya llamaba la atención por su excentricidad; llevaba pelo largo
y patillas y vestía con abrigo, medias y pantalones bombachos, al estilo de la
moda del siglo anterior. Pero sus pinturas, en las que experimentaba con el
cubismo, le hicieron ganar la mayor atención de sus compañeros
estudiantes. Es probable que, en sus primeras obras cubistas, Dalí no
entendiera bien este movimiento artístico, ya que la única información sobre el
cubismo le llegaba a través de algunos artículos de revistas y de un catálogo
que le dio Pichot, ya que, por aquellas fechas, no había pintores cubistas en
Madrid.
Dalí también experimentó con el dadaísmo, que
influyó en su obra a lo largo de su vida. En la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando, se hizo gran amigo del poeta Federico García Lorca, con el que
pudo haber estado relacionado sentimentalmente, y del director de cine Luis
Buñuel.
En 1924 un todavía desconocido Salvador Dalí ilustra su primer
libro, "Les bruixes de Llers", de su amigo el poeta ampurdanés Carles
Fages de Climent.
Dalí fue expulsado de la Academia en 1926, poco antes de sus
exámenes finales, tras afirmar que nadie en la Academia era lo bastante
competente para examinarle. Su maestría en las habilidades pictóricas está bien
documentada ya por aquella época, como queda patente en su Cesta de pan,
un cuadro de un realismo impecable que fue pintado en 1926. Ese mismo
año, hizo su primer viaje a París, donde conoció a Pablo Picasso, a
quien el joven Dalí reverenciaba; Picasso ya había oído palabras favorables
sobre Dalí en boca de Joan Miró. Dalí realizó un gran número de obras con una
fuerte influencia de Picasso y Miró durante los siguientes años mientras
avanzaba desarrollando su propio estilo.
Sin embargo, algunas tendencias de la obra de Dalí que
continuarían a lo largo de su vida ya se hicieron evidentes en la década de
1920. Dalí devoró influencias de todos los estilos artísticos que podía
encontrar y produjo obras que iban desde el clasicismo más académico hasta el
avant-garde más puntero, unas veces en obras separadas y otras combinadas. Las
exposiciones de sus obras en Barcelona llamaron mucho la atención de la
crítica, que entremezclaba de alabanzas con muestras de perplejidad.
Dalí se dejó crecer un extravagante bigote que se convirtió en un
icono de sí mismo; lo hizo influido por el maestro español del siglo
XVII Diego Velázquez.
Por otra parte, Salvador Dalí describió en una de sus obras el
gran romance de Javier e Isabel, denominada "Romance eterno",
nominada al premio de oro por su gran inspiración e interés.
Realizó sus primeros estudios en su ciudad natal y a la edad de
catorce años participó en una exposición colectiva de artistas locales y
otra en Barcelona auspiciada por la Universidad y en la que recibió el premio
Rector de la Universidad.
En 1921 murió su madre de cáncer. Su padre se casó con su
cuñada, la hermana de la difunta.
Salvador fue a estudiar a Madrid donde, en 1922, ingresó en la
Residencia de Estudiantes. Allí conoció a otros grandes artistas de su época,
como Luis Buñuel y Federico García Lorca, con los que trabó una gran
amistad mientras estudiaba en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
También mantuvo amistad con el también ampurdanés e historiador Alexandre
Deulofeu. Entre los años 1924-1925 realizó numerosos retratos de su
hermana Anna María y, en general, exploró los estilos al uso en la época en
diversas fases que son conocidas como freudiana y lorquiana, para
acabar siendo influido primero por el cubismo y más tarde por el surrealismo.
Gala y Salvador
En 1926 realizó su primer viaje a París donde visitó a Picasso.
Colaboró con Luis Buñuel en la realización de la película Un perro
andaluz, estrenada en París en 1929. Ese mismo año visitaron a Dalí
en Cadaqués una serie de personajes del surrealismo, entre ellos el poeta Paul
Éluard y su mujer Gala, a la que sedujo el joven pintor para convertirla en su
musa y compañera el resto de su vida.
Se convierte en un punto de referencia del movimiento surrealista.
Dalí utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de los sueños, según
Breton, "...abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del
Surrealismo...". Inventó lo que él mismo llamó "método
paranoico-crítico", una mezcla entre la técnica de observación de Da Vinci
por medio de la cual observando una pared se podía ver como surgían formas y
técnicas de frottage; fruto de esta técnica son las obras en las que se
ven dos imágenes en un sola configuración.
En 1936, Breton expulsó a Dalí por sus tendencias fascistas y a
Paul Éluard. En 1940, debido a la Segunda Guerra Mundial, Dalí se fue a vivir
con Gala a los Estados Unidos, donde permaneció hasta 1948, una de las épocas
más fructíferas de su vida.
En 1974 inauguró el Teatro-Museo Dalí en su Figueras natal. En 1981 recibió la
Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña.
Después de la muerte de Gala en 1982, la salud de Dalí decayó
muchísimo y él se trasladó a vivir desde Cadaqués a su casa en Pubol. El rey
Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Pubol. Un incendio en su
habitación en 1984 hizo que se trasladase a unas habitaciones en Torre Galatea,
edificio anexo al Teatro-Museo, donde permaneció prácticamente recluso hasta su
muerte el 23 de enero de 1989. La mayor parte de su obra fue donada por él
mismo a España.
Dalí, a lo largo de su vida y obra, mantuvo una extensa e intensa
relación con el polimórfico mundo de la Moda. En su permanente deseo de
materializar la ilimitada capacidad inventiva que lo singularizaba, exploró los
más heterogéneos registros creativos en torno a todo lo relacionado con la
moda, dejando en cada uno de ellos su peculiarísima marca de fábrica. Entre los
inventos dalinianos en el ámbito de lo que podríamos denominar como "la
moda virtual" --ya que sus diseños en forma de escritos y dibujos,
no se han realizado-- cabe mencionar:
Los vestidos, con
falsos intercalados y rellenos anatómicos ficticios, destinados a excitar la imaginación
erótica, ya que como el propio Dalí apuntaba en Vogue: "Todas las mujeres
con falsos pechos en la espalda --insertos en el lugar exacto que ocupan los
omoplatos-- gozarían de un aspecto alado".
El maquillaje para
eliminar las sombras bajo los ojos en las mejillas hundidas.
Las gafas con
espectrales lentes caleidoscópicas, particularmente recomendables para la
conducción automovilística cuando se hace aburrida.
Las uñas
postizas hechas de diminutos espejos en los que poder contemplarse, especialmente
adecuadas para acompañar los trajes de noche.
Los zapatos musicales
de primavera para amenizar los paseos.
Salvador Dalí. Escultura de Perseo
Pero Dalí no se limitó a imaginar posibles diseños de moda
"virtuales", sino que colaboró en diseños "reales"
tales como:
Los vestidos que
Edward James le encargó para su amiga la actriz Ruth Ford y cuya ejecución
realizó, Elsa Schiaparelli, la diseñadora italiana de alta costura
afincada en París, con quien colaboró a lo largo de los años 80, tanto
en el diseño de tejidos como en motivos de adorno de sus vestidos y
sombreros, entre los que destaca el célebre "sombrero-zapato", que ya
forma parte del imaginario surrealista.
Los figurines para las
representaciones escénicas desde los tempranos dibujos para los trajes de la
lorquiana Mariana Pineda, hasta sus diseños para los múltiples ballets y
obras de teatro, en que participó, entre los que cabe destacar los figurines
que realizó su gran amiga Coco Chanel para "Bacchanale" el primer ballet
"paranoico-kinético".
Los trajes de
baño femeninos que comprimen totalmente los pechos, para camuflar su
busto y así darles un aspecto angelical.
El esmoquin
afrodisíaco recubierto de vasos de licor llenos de pippermint frapé.
Las corbatas que
Georges McCurrach le encargó diseñar con los emblemáticos motivos
iconográficos dalinianos: labios pegados a un teléfono-langosta, hormigas
pululando sobre relojes blandos...
El diseño
capilar de sus metamórficos bigotes-antena.
Los frascos de
perfumes dalinianos, desde el "Rock and Roll" que diseñó para
Mrs. Mafalda Davis --una "eau de toilette" para hombres que se vendía
más caro que Dior--, hasta su último perfume cuyo frasco se inspira en "La
Aparición de la Afrodita del Cnido en un paisaje", pasando por el
"Shocking", el perfume rosa de Schiaparelli, para quien diseñó
su publicidad.
Las fantásticas joyas
que Gala, gran admiradora del mítico joyero Fabergé, le invitó a diseñar
a partir de su propia iconografía.
La publicidad para
firmas norteamericanas de moda --como la famosa campaña de anuncios para
las medias Bryans --que publicó Vogue.
Los disfraces para los
bailes de máscaras, desde el polémico atuendo de Gala en "el baile
onírico" organizado en su honor por Caresse Crosby en el Coq Rouge de
Nueva York, hasta los larguísimos vestidos venecianos para el baile de carnaval
en el Palazzo Beistegui, que realizó Christian Dior a partir de un
diseño daliniano.
Pero ese dandy que fue Dalí --quien llegó a ser elegido como el
hombre más elegante de Francia-- no se limitó a concebir modelos para sus
espectrales mujeres de prominentes caderas --las mujeres-coccyx-- y sin vello
en las axilas --como las nórdicas tipo Greta Garbo-- sino que, en el marco de
su novela Hidden faces, concibió una casa de modas para coches de líneas
aerodinámicas: ¡Vestidos muy formales de tarde con cuellos bajos,
enormes, trajes de noche elegantísimos con enormes escotes que hagan resaltar
sus radiadores entre frufrús de organdí, y largas colas de satén para las
veladas de gala! ¡Armiño para tapizar las capotas convertibles de
los descapotables, con los tiradores de las puertas forrados con pieles de foca
y manguitos de bisonte para cubrir el motor!
La materialización de este daliniano diseño duplicaría
automáticamente las pasarelas de moda y el paso de los automóviles vestidos
haría crecer lo fantástico...
Obra
pictórica
Como pintor, Dalí no tuvo un único estilo o técnica; lo mejor de
su producción se desarrolló dentro del surrealismo y sus cuadros, de un gran
detalle y composiciones extravagantes y geniales, reflejan un mundo onírico
particular.
En 1929 se sumergió en el surrealismo tras su colaboración con
Luis Buñuel en Un perro andaluz (Un chien andalou).
Contribuyó a revitalizar este movimiento con sus novedosas
invenciones, basadas en ideas freudianas.
sleep 1937 |
Beach 1934 |
Francisco José Gómez
Argüello Wirtz, más conocido como Kiko Argüello (León,
9 de enero de 1939) es un seglar católico español, iniciador del Camino
Neocatecumenal, junto con la española Carmen Hernández y el sacerdote
italiano Mario Pezzi forman el equipo responsable internacional.
Nacido en una familia adinerada y burguesa, destacó en su época
universitaria por una notoria y conocida militancia comunista. Ha contado
repetidamente que no encontró la solución a sus problemas existenciales ni en
su familia ni en el ambiente culto, universitario, existencialista y
antifranquista del convulso período de los años cincuenta y principio de
los sesenta del siglo XX y fue a buscarla entre los más pobres. Originalmente,
perteneció a los Cursillos de Cristiandad. Estudió bellas artes en la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid. En 1959 recibió el premio
nacional de pintura. Fue discípulo de Picasso. Argüello inició El Camino en
1964 en un barrio a las afueras de Madrid, en Palomeras Altas, barrio de
chabolas y marginados de la sociedad, siguiendo los consejos de los escritos de
Charles de Foucauld. Tanto en su época de activismo político en el mundillo
cultural antifranquista de Madrid, como una vez iniciado El Camino, demostró
tener una capacidad de liderazgo y un carisma notable. Su capacidad de atraer a
la gente y de hacerles sentirse como elegidos es un don que no ha dejado
cultivar desde la infancia.
El Camino Neocatecumenal es un itinerario de formación católica y
de evangelización, avalado por la Santa Sede en todos sus aspectos. Actualmente
está presente in alrededor de 900 diócesis del mundo, con cerca de 17.000
comunidades en 6.000 parroquias.
Kiko Argüello nunca ha abandonado por completo su faceta de
pintor, pero si que ha cambiado profundamente su estilo y argumentos. Tras un
tiempo en el que la relegó a un segundo plano para centrarse más en la
evangelización. Ahora se centra en el estilo religioso tomando como modelos los
iconos bizantinos y de la Iglesia primitiva. Actualmente, se pueden contemplar
varias de sus obras en la Catedral de la Almudena de Madrid, en la Dommus
Galilea (Israel), en la parroquia de San Bartolomé en Tuto (Florencia), en la
parroquia de la Trinidad de Piacenza, en la iglesia de la Santísima Trinidad de
San Pedro del Pinatar (Murcia)... y en otras muchas alrededor de todo el mundo.
Il Volto di Cristo
Madonna con bambino
María Gutiérrez Cueto y Blanchard,
pintora española. Nació en Santander, Cantabria (España) en 1881,
y murió en París, en 1932.
Su padre era un periodista español, a pesar de que fue
conocida por el apellido de su madre (polaco-francesa).
En 1903 comenzó sus estudios de pintura en Madrid con los pintores
Emilio Sala, Fernando Álvarez de Sotomayor y Manuel Benedito.
Más tarde, en 1909 se trasladaría París gracias a una beca
otorgada por la Diputación de la (por aquel entonces) Provincia de Santander.
Sobrevivió dando clases de pintura. Fue en París donde tomó contacto con los
movimientos cubista y modernista.
Su particular físico (era jorobada) y la ausencia de amor
en su infancia, afectaron tanto a su forma de ser, como a su manera de pintar.
La convaleciente, 1910
Alonso Cano (19 de marzo de
1601 - 3 de octubre de 1667) fue un pintor, escultor y arquitecto
español nacido en Granada.
Su padre, Miguel Cano Pacheco, era un prestigioso ensamblador de
retablos de origen manchego. Junto a él y su madre, la profesora de dibujo
María Almansa Pacheco, Alonso aprendió sus primeras nociones de dibujo
arquitectónico y de talla en madera, llegando a colaborar tempranamente en los
encargos de su padre, pues muy pronto sus progenitores comenzaron a descubrir
su enorme talento.
En 1614 se traslada a Sevilla, donde aprende pintura de la mano de
Francisco Pacheco, maestro de Velázquez, y escultura de Juan Martínez
Montañés. En 1624, dos años antes de obtener el título de Maestro
Pintor, realiza su primer cuadro, un San Francisco de Borja con la
inconfundible huella de Pacheco. Fue durante varios años
compañero de Velázquez.
Sus obras fueron una mezcla entre el manierismo italiano y el
Barroco. Sus dibujos fue de lo más destacado de su obra. En una época en la
cual dominaba el tenebrismo, él fue capaz de ser colorista en sus trabajos, como
Zurbarán, Sánchez Cotán y Juan Bautista Mayno.
En 1629 hizo su obra más grandiosa el Retablo del Altar Mayor de
la Iglesia de Santa María de Lebrija (Sevilla). Otras de sus pinturas
destacadas son Milagro del Pozo, San Francisco de Borja, Retablo
del Altar Mayor de la Iglesia de Santa María de Lebrija, Retablo del
Niño Jesús de Getafe.
En 1627 muere, al parecer de parto, su primera esposa, María de
Figueroa. Vuelve a casarse en 1631, esta vez con Magdalena de Uceda.
En 1638 se traslada a la capital, donde el valido de Felipe IV, el
Conde-Duque de Olivares, le nombró pintor de cámara. Estuvo de paso por la
corte madrileña, donde tuvo contacto con las colecciones reales y la
pintura veneciana del siglo XVI.
Como escultor, sus obras más famosas son el retablo de Nuestra
Señora de la Oliva en la iglesia de Lebrija, y las figuras colosales de
San Pedro y San Pablo.
En 1644 su esposa murió asesinada, por lo que, Alonso fue acusado
de asesinato y fue incluso torturado, aunque no se le pudo condenar, al haberse
demostrado que era inocente. Huyó a Valencia con la intención de hacerse monje.
En 1652 se marchó hacia Granada donde obtuvo el cargo de racionero de la
Catedral, gracias a la colaboración de Felipe IV. Allí completó la decoración
de la Capilla Mayor. Sin embargo tuvo constantes enfrentamientos con los
canónigos de allí. Consiguió poco después ser maestro mayor de la Catedral,
aunque al poco tiempo de este nombramiento, murió. Fue enterredo en la cripta
de la Catedral de Granada.
Durante toda su vida fue un pendenciero y los duelos estuvieron
siempre a la orden del día. Pese a ganar grandes cantidades de dinero, siempre
estuvo endeudado, llegando a pisar la cárcel, aunque su amigo Juan del Castillo
pagó las deudas.
Virgen de Belén
Oscar Domínguez (La Laguna, Tenerife, 3 de enero de 1906
- París, 31 de diciembre de 1957). Pintor español surrealista
perteneciente a la Generación del 27. Inventó la decalcomanía.
Nace en la ciudad tinerfeña de San Cristóbal de La Laguna.
El padre era un terrateniente poseedor de extensas propiedades agrícolas. De
inmediato la familia y sus tres hijos se trasladan a vivir a Tacoronte con su
abuela Federica, cerca de la histórica Casa de la Alhóndiga. A sus playas de
arena negra hace referencia en sus cuadros. El primero data de 1926, Autorretrato
con pipa, y está firmado con la expresión Óscar X que utilizará en
su primera época. En 1927, su padre lo envía a París a casa de su hermana
Antonia y su marido, el pintor Álvaro Fariña, para organizar la exportación
del negocio platanero de su padre, aunque tiene que regresar en 1928 para
cumplir el servicio militar. Al volver entra en contacto con el movimiento
surrealista, y sobre todo con André Bretón. Este grupo marcará su trayectoria
hasta que es expulsado al acercarse a la pintura de Pablo Ruiz Picasso. Allí
conoció además a Paul Éluard, Man Ray y Wilfredo Lam. En 1928 expuso en el
Círculo de Bellas Artes de Tenerife en compañía de la pintora francesa
Lily Guetta. En 1931 muere su padre. Su primera individual fue organizada por
el grupo surrealista tinerfeño de Gaceta de Arte, en 1933,
también en el Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife y en Las Palmas
de Gran Canaria; por entonces sostiene una relación con una pianista polaca que
le acompaña a las islas y aparece en algunos de sus cuadros como Retrato
de Roma, El piano o Paisaje de Canarias. De esa época es
también su famosa Máquina de coser electrosexual. La iconografía de sus
cuadros alude frecuentemente a volcanes, grutas y la vegetación típica de las
islas; también hay latas de conserva, imperdibles, revólveres, flechas, leones
y toros que forman parte de sus objetos surreales. Al año siguiente,
1934, se incorporó al círculo de André Bretón y se sumerge por completo en el
surrealismo de sus maestros: Salvador Dalí, Max Ernst, Ives Tanguy, el rumano
Víctor Brauner, el chileno Roberto Matta o Picasso. Entre sus obras de aquellos
años, de un estilo en parte deudor del de Salvador Dalí, y en los que a
menudo se inspira en el paisaje canario, destacan Drago (1933), Máquina
de coser electrosexual (1935) y sobre todo el espléndido Cueva de
guanches (1935), expuesto en el Centro de Arte Reina Sofía. En 1935
participó en la Exposición Surrealista de Santa Cruz de Tenerife, en la que
firmó el manifiesto Du temps que les surréalistes aviaient raison.
También son importantes sus objetos surrealistas, entre los que destacan Pérégrinations
de Georges Hugnet (1935) y L'arrivée de la Belle Epoque, montados en
París en la Exposition Surréaliste d'Objets de la Galerie Charles Ratton en
1936. Por entonces da a conocer la técnica de la decalcomanía (precedente de la
calcomanía actual), consistente en introducir gouache negro líquido entre dos
superficies presionándolas de modo incontrolado, una técnica que adoptaron
rápidamente los surrealistas y tanto influyó posteriormente en el expresionismo
abstracto. Visitó Barcelona, donde hizo amistad con Remedios Varo, con Esteban
Francés y con Manuel Viola.
Durante la Guerra Civil se escondió en su isla natal y logró posteriormente
marchar a París en un barco de fruta con documentación falsa. Allí pasó la
mayor parte del resto de sus días. Emprendió entonces su llamado "periodo
cósmico", que es uno de los más interesantes de su carrera. Lo inicia con Paisaje
abisal. Junto a Ernesto Sábato elabora la Teoría de la petrificación del
tiempo e introduce en su obra formas cristalizadas y estructuras de redes
angulosas. También estrecha su relación con Pablo Ruiz Picasso. Por entonces se
inspira en el libro Lancelot 28º - 7º del poeta surrealista
canario Agustín Espinosa para componer su cuadro del mismo título; para él
también había hecho la cubierta de Crimen (1934), la más importante de
las novelas surrealistas en español, como también había hecho la de Romanticismo
y cuenta nueva (1934, de Emeterio Gutiérrez Albelo. Durante la Segunda
Guerra Mundial se refugió de los nazis en Marsella y pasó un tiempo en el
Château de Air Bel, junto a esta ciudad, regresando posteriormente a París,
donde vivió con Maud Bonneaud, que años después se casaría con Eduardo
Westerdahl, y colaboró con el grupo surrealista clandestino La Main à
Plume. Contempla la pintura de Giorgio de Chirico, por el que siente una gran
admiración. Pinta sus cuadros El mapamundi, Toro moribundo y El
revólver. Posteriormente rompió con el Surrealismo y con André Bretón,
fuertemente influido por la obra de Picasso. Ilustró con aguafuertes Poésie
et verité (París: Les nourritures terrestres, 1947), de Paul Éluard. Hay
que mencionar también su propio libro de versos Les deux qui se croisent
(Paris: Fontaine, 1947). El artista vivió los últimos años de su vida
preso de la locura tras sufrir acromegalia (elefantiasis), enfermedad
degenerativa que deformó su físico e hizo crecer extraordinariamente su cráneo.
Tras la Segunda Guerra Mundial le rinden numerosos homenajes en Alemania y
Checoslovaquia. En 1953 ya advierte su trágico final, y escribe: "Este
año ha sido una cosa terrible; he perdido más de diez amigos que quería
profundamente". La Nochevieja de 1957 se suicidó en París, completamente
borracho, abriéndose las venas en el baño de una fiesta que daba su
amiga, la Vizcondesa de Noaffles. Sus restos descansan en el "Panteón de
los Noailles" del cementerio de Montparnasse, junto a otros artistas.
Óscar Domínguez es considerado hoy en día uno de los mayores
exponentes mundiales de la vanguardia histórica española que se gestó en
París durante las primeras décadas del siglo XX. Junto a su nombre suelen
figurar el de artistas de la talla de Picasso, Miró o Dalí. Versátil y polifacético,
es uno de los artistas más atractivos e innovadores del panorama de la pintura
internacional del siglo XX. En general, las figuras y objetos que componen sus
obras surrealistas contienen referencias mágicas, mecanicistas y sexuales,
situándose muchas de ellas en el paisaje canario a pesar de residir la mayor
parte de su vida en París. La aportación más importante que Óscar Domínguez
hizo al surrealismo fue la invención de la decalcomanía o calcomanía, técnica
en la que el automatismo psíquico tenía un protagonismo absoluto. Su precedene
son las dentrites de la escritora romántica francesa George Sand. La
utilizó por primera vez en 1934 y para la cubierta de la monografía de
Westerdahl sobre Baumeister. También publicó un libro de ellas, Grisou,
que no vio la luz hasta 1992, en París. Este procedimiento tuvo una magnífica
aceptación entre los surrealistas que lo adoptaron rápidamente e influyó
posteriormente en la pintura expresionista abstracta. La decalcomanía consiste
en introducir gouache negro líquido (una especie de témpera) entre dos hojas de
papel presionándolas de un modo no controlado. Otra de sus aportaciones al
movimiento surrealista fue la teoría de la petrificación del tiempo a través de
la cual empieza a introducir en sus composiciones formas cristalizadas y
estructuras de redes angulosas. Hay petrificaciones de ese estilo en los
cuadros de René Magritte.
Con motivo del centenario de su nacimiento se celebran numerosos
actos, exposiciones, publicaciones de libros e incluso películas están
inspiradas en su vida y obra. El Gobierno de Canarias se sumó al homenaje con
una visita y ofrenda a su tumba en París.
También se está construyendo en Santa Cruz de Tenerife un centro
dedicado a su obra, se llama IODACC (Instituto Óscar Domínguez de Arte y
Cultura Contemporánea), que acogerá también la biblioteca Alejandro
Ciorenescu y el Centro de Fotografía Isla de Tenerife. Se prevé que este
centro se inaugure en 2007 y acogerá sus más prestigiosas obras. La ubicación
del mismo está en el mismo centro de Santa Cruz de Tenerife, entre la iglesia
de la Concepción y el mercado de Nuestra Señora de África (la Recova).
Los arquitectos del centro son los conocidos suizos Herzog y De Meuron y el
español Virgilio Gutiérrez Herreros.
Obra pictórica de
Óscar Domínguez, titulada los platillos volantes
El Greco
Normalmente firmaba sus pinturas con letras griegas con su nombre
completo, Doménicos Theotokópoulos subrayando así su ascendencia griega.
El Greco nació en Creta, que por entonces formaba parte de la
República de Venecia; a los 26 años viajó a la misma Venecia para estudiar,
lo que por entonces era una práctica común para los jóvenes griegos que
deseaban una educación más amplia. En 1570 se trasladó a Roma, donde abrió un
taller y ejecutó varias obras. Durante su estancia en Italia, El Greco
enriqueció si estilo con elementos del manierismo y del renacimiento veneciano.
En 1577 marchó a Toledo, España, donde vivió y trabajó hasta su muerte.
En Toledo, El Greco recibió varios encargos importantes y produjo sus pinturas
más conocidas.
El estilo dramático y expresionista del Greco dejó perplejos a sus
contemporáneos pero encontró el aprecio del siglo XX. El Greco es considerado
precursor tanto del expresionismo como del cubismo, mientras que su
personalidad y sus obras inspiraron a poetas y escritores como Rainer Maria Rilke
y Nikos Kazantzakis. El Greco ha sido caracterizado por los estudiosos modernos
como un artista tan individual que no pertenece a ninguna de las escuelas
convencionales.[1] Es
conocido sobre todo por sus figuras tortuosamente elongadas y de una
pigmentación a menudo fantástica o fantasmagórica, casando las tradiciones
bizantinas con las de la civilización occidental.
El entierro del Conde Orgaz Laoconte
Francisco José de Goya y Lucientes
(Fuendetodos, Zaragoza, 30 de marzo de 1746 – Burdeos, Francia, 15 de abril de
1828), pintor y grabador español. Marcado por la obra de Velázquez,
habría de influir, a su vez, en Edouard Manet, Pablo Ruiz Picasso y gran parte
de la pintura contemporánea.
Formado en un ambiente artístico rococó, evolucionó hacia un
estilo personal y pintó cuadros que, como el famoso El tres de mayo de 1808
en Madrid: los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío (1814,
Museo del Prado, Madrid), se cuentan entre las grandes obras maestras de la
historia del arte.
Goya nació en la pequeña localidad aragonesa de Fuendetodos
(cerca de Zaragoza) el 30 de marzo de 1746. Su padre era pintor y dorador de
retablos y su madre descendía de una familia de la pequeña nobleza de
Aragón[1].
Poco se sabe de su niñez. Asistió a las Escuelas Pías de Zaragoza y
comenzó su formación artística a los 14 años, edad a la que entró como
aprendiz en el taller de José Luzán, pintor local competente aunque poco
conocido, donde Goya pasó casi cuatro años.
En 1763 el joven artista viajó a Madrid con la esperanza de ganar
una beca de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, ayuda que no
conseguiría ni en esta ocasión ni en 1766, año en que lo intentó de
nuevo. En la capital de España trabó amistad con otro artista aragonés,
Francisco Bayeu, pintor de la corte que trabajaba en el estilo académico
introducido en España por el pintor alemán Anton Raphael Mengs. Bayeu
(con cuya hermana, Josefa, habría de casarse en 1774) tuvo una enorme
influencia en la formación temprana de Goya y a él se debe que participara en
encargos importantes para la basílica de Nuestra Señora del Pilar de
Zaragoza, los frescos del coreto y la bóveda Regina Martirum (1772,
1780–1782), y que se instalara más tarde en la corte.
A finales de 1769 Goya parte hacia Italia, donde permanece
aproximadamente hasta junio de 1771. Su actividad durante esa época es
relativamente desconocida; se sabe que pasó algunos meses en Roma y visitó
Venecia, Bolonia, Génova, Módena y Ferrara, entre otras ciudades. En mayo de
1771, se presentó a un concurso convocado por la Real Academia de Parma, en el
que obtuvo una mención del jurado.
A su vuelta a España, se instaló en Zaragoza, donde realizó
los frescos de la bóveda Regina Martirum de la basílica del Pilar y las
pinturas murales del oratorio del palacio de Sobradiel (1772). De 1774 son las
pinturas al óleo sobre muro de la iglesia de la Cartuja de Aula Dei, cerca de
Zaragoza, que ya anticipan el estilo que desarrollará en los magníficos frescos
de la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid, en 1798. En esta última
fecha comenzó a hacer grabados a partir de la obra de Velázquez que, junto con
la de Rembrandt, sería su principal fuente de inspiración durante toda su vida.
Hacia enero de 1775 Goya se instaló definitivamente en Madrid en
casa de su cuñado, Francisco Bayeu, y comenzó a trabajar para la Real
Fábrica de Tapices de Santa Bárbara. Los cartones que realizó desde esa fecha
hasta 1792 fueron muy apreciados por la visión fresca y amable que ofrecían de
la vida cotidiana española. Con ellos revolucionó la industria del tapiz
que, hasta ese momento, se había limitado a reproducir fielmente escenas del
pintor flamenco del siglo XVII David Teniers. La mayor parte de ellos se
conservan en el Museo del Prado, como El quitasol (1777), La gallina
ciega (1787) y La boda (1791–1792). Entre 1780 y 1782, pintó en el
Pilar de Zaragoza la bóveda Regina Martyrum, una extraordinaria obra en
la que da rienda suelta a su genio pese a la censura de Bayeu y la
disconformidad de los miembros del cabildo con su trabajo.
La familia de Carlos IV
En 1789 fue nombrado pintor de cámara por Carlos IV y en 1799
ascendió a primer pintor de cámara junto a Mariano Salvador Maella. Goya
disfrutó de una posición privilegiada en la corte, hecho que determinó que el
Museo del Prado de Madrid heredara una parte muy importante de sus obras, entre
las que se incluyen los retratos oficiales y los cuadros de tema histórico.
Estos últimos se basan en su experiencia personal durante la Guerra de la
Independencia Española (1808–1814) y trascienden la representación
patriótica y heroica para crear una salvaje denuncia de la crueldad humana.
Algunos de los retratos más hermosos que realizó de sus amigos, de
personajes de la corte y de la nobleza datan de la década de 1780. Entre ellos
se encuentran obras como Carlos III, cazador (1786–1788), Los duques
de Osuna y sus hijos (1788), ambos en el Museo del Prado de Madrid, o el
cuadro La Marquesa de Pontejos (c. 1786, Galería Nacional, Washington);
en todos ellos emplea una paleta de colores muy luminosa y un estilo heredero
de la pintura Velázquez.
Dos de sus cuadros más famosos, obras maestras del Prado, son La
maja desnuda (1790–1800) y La maja vestida (1802–1805). Del
año 1800 son también La condesa de Chinchón (adquirido por el Museo
del Prado en el año 2000), uno de los retratos más hermosos y delicados
de la historia del arte, y La familia de Carlos IV (Museo del Prado),
donde se muestra a la familia real con una sencillez y honestidad muy apartadas
de la habitual idealización.
En el invierno de 1792, durante una visita al sur de
España, Goya contrajo una grave enfermedad que le dejó totalmente sordo
y marcó un punto de inflexión en su expresión artística. Entre 1797 y 1799
dibujó y grabó al aguafuerte la primera de sus grandes series de grabados, Los
caprichos, en los que, con profunda ironía, satiriza los defectos sociales
y las supersticiones de la época. Otras series posteriores, como Los
desastres de la guerra (Fatales consecuencias de la sangrienta guerra en
España con Bonaparte y otros caprichos enfáticos), de 1810, y Los
disparates (1820–1823), presentan comentarios aún más cáusticos sobre los
males y locuras de la humanidad.
El tres de mayo de 1808 en Madrid: los
fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío.
Los horrores de la guerra dejaron una profunda huella en Goya, que
contempló personalmente las batallas entre soldados franceses y ciudadanos
españoles durante los años de la ocupación napoleónica.
En 1814 realizó El 2 de mayo de 1808 en Madrid: la lucha con
los mamelucos y El 3 de mayo de 1808 en Madrid: los fusilamientos en la
montaña del Príncipe Pío (ambos en el Museo del Prado). Estas
pinturas reflejan el horror y el dramatismo de las brutales masacres que
tuvieron lugar en Madrid durante la guerra a manos de grupos de soldados
franceses y egipcios (mamelucos). Ambas están pintadas, como muchas de las
últimas obras de Goya, con gruesas pinceladas de tonalidades oscuras matizadas
por refinados toques de amarillo, ocre y carmín.
Al finalizar la guerra de la Independencia, Vicente López fue
nombrado primer pintor de cámara de la corte y Goya quedó relegado por el
estilo más decorativo y amable del pintor valenciano.
El descenso en el número de encargos marcó su evolución a partir
de entonces. De esa época son La última comunión de san José de Calasanz
(1819, iglesia de San Antón, Madrid), uno de sus principales cuadros
religiosos, y la célebre serie de Pinturas Negras (c. 1820, Museo del
Prado), llamadas así más por su contenido que por su colorido. Originalmente
estaban pintadas al fresco en los muros de la casa que Goya poseía en las
afueras de Madrid y fueron pasadas a lienzo en 1873. Destacan, entre ellas, Saturno
devorando a un hijo (c. 1821–1823) y Aquelarre, el gran cabrón
(1821–1823). Con predominio de los tonos negros, castaños y grises,
constituyen un amarga denuncia de los aspectos más oscuros del ser humano y
demuestran que su temperamento era cada vez más sombrío.
El Aquelarre (h. 1821-1823),
una de las Pinturas Negras.
José Victoriano González-Pérez conocido como Juan
Gris (23 de marzo de 1887 - 11 de mayo de 1927). Pintor español que
desarrolló su actividad principalmente en París, considerado como uno de los
maestros del cubismo.
Su verdadero nombre era José Victoriano González Pérez. Nació en
Madrid el 23 de marzo de 1887, y estudió en la Escuela de Artes y Oficios de su
ciudad natal. Trabajó para diversas publicaciones como Blanco y Negro y Madrid
Cómico.
En 1906 se trasladó a París (Francia), donde conoció a Pablo
Picasso y a Georges Braque. Los primeros años se ganó la vida dibujando
para las revistas L'Assiette du Beurre y Charavari.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) trabajó en París,
donde realizó su primera exposición individual en 1919.
Durante la década de 1920 empeoró seriamente su salud y murió, con
apenas cuarenta años, en Boulogne-Sur-Seine el 11 de mayo de 1927.
Obra
Sus primeras obras cubistas datan de 1912, año en el que
expuso en el Salón de los Independientes de Barcelona su Homenaje a Picasso y
firmó un contrato en exclusiva con el marchante Henry Kahnweiler, que murió en
1914. Al año siguiente pasó el verano con Picasso en Céret, Francia,
periodo en el que empezó a desarrollar la técnica del papier collé
(formas recortadas en papel y pegadas al lienzo).
Entre 1922 y 1924 hizo escenografías para dos ballets de Sergei
Diaghilev, Les tentations de la Bergère (Las tentaciones de la
pastora) y La colombe (La paloma), al tiempo que continuaba pintando.
Después de 1925 utilizó sobre todo el gouache y la acuarela y
realizó algunas ilustraciones para libros. Sus teorías pictóricas se encuentran
recogidas en numerosos artículos y conferencias.
Parte de sus pinturas cubistas son bodegones, entre los que se
incluyen Guitarra y botella (1917, Museo de Arte de Filadelfia), El
tablero de ajedrez (1917, Museo de Arte Moderno de Nueva York) y Botella
y frutero (1919, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid). También trató otros
temas, como muestra en El fumador (1913, Museo Thyssen-Bornemisza). Un
ejemplo de su técnica de papier collé es Vasos y periódico (1914,
Museo de Arte del Smith College, Northampton, Massachusetts).
....., 1914, Tate Gallery, London. |
Guitarra y mandolina, 1919, Galerie
Beyeler, Basel |
Stilleben mit Gitarre, Buch und Zeitung, 1919, Kunstmuseum, Basel . |
Francisco Herrera, el Viejo
(Sevilla; h.1590 - Madrid; h.1656); pintor y grabador español del Siglo
de Oro.
Se examina de pintor en 1619, trasladándose a Madrid donde muere
en 1656. Discípulo quizás de Antonio Pacheco, muestra en sus obras huellas de
su estilo y aun de Juan de Roelas. Acusa en su labor el conocimiento de otros
artistas como Francisco de Zurbarán y Velázquez. Fue padre de otro gran pintor
y arquitecto, Francisco de Herrera el Mozo.
Hacia 1610, dibuja la portada de un libro con la figura de San
Ignacio de Loyola; en 1617, Pentecostés en el Museo del Greco, Toledo;
en este año también, San Lorenzo, en la Iglesia de La Merced (Catedral
de Huelva); en 1624, San Hermenegildo, en la ex-iglesia de dicho título,
en Sevilla; en 1626, comienza la serie que en unión de Zurbarán trabaja para la
Iglesia del Colegio de San Buenaventura, en Sevilla, donde pinta San
Buenaventura recibe el hábito franciscano, que se conserva en el Museo del
Prado; Santa Catalina y la familia de San Buenaventura, en la
Universidad Bob Jones de Grenville (Estados Unidos), y San Buenaventura
Niño, presentado a San Francisco y la Comunión de San
Buenaventura, ambos de 1628, en la colección Carvalho de Villandry o en el
Museo del Louvre, San Diego, colección particular, Madrid; 1627, estampa
representando a la Santisima Trinidad con los retratos del rey Felipe IV y su
esposa, del Conde-Duque de Olivares y su esposa; en 1628, gran cuadro
representando el Juicio Final, conservado en la parroquia de San Bernardo, en
Sevilla; en 1635, el Bebedor, Worcester Art Museum; en 1626, Job,
en el Museo Rouen; un año más tarde Parentela de Jesús, Museo
Bilbao; en 1639, San Basilio dictando su doctrina, Museo del Louvre; así
como dibujos con figuras de Apóstoles, Galeria Uffizi (Florencia), Museo del
Prado, y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). En 1643,
San José con el Niño, Museo de Bellas Artes, Budapest; 1647, Milagro
del Pan y de los Peces (Palacio Arzobispal, Madrid); 1648, San Jose con
el Niño, Museo Lázaro Galdiano, Madrid; 1650, Ciego tocando la
zampoña, Kunsthistoriches Museum de Viena.
Se considera, junto con Roelas, un pintor de transición desde el
Manierismo hasta el Barroco. Roelas era mayor que él y esto condicionó que su
obra se viera influida por el estilo del primero. Ambos fueron preparando el
terreno para la introducción plena del Tenebrismo, cuando José Ribera comenzó a
enviar sus cuadros masivamente a través del puerto sevillano. Herrera tenía un
estilo vigoroso y dinámico, muy atrevido para el tono general del panorama
artístico de Sevilla. Tal vez fuera esto lo que mejor enlazó con el dramatismo
intenso que rezumaba la obra de la corriente caravaggesca. Trabajó en Sevilla
hasta 1638, año en el cual se trasladó a Madrid, donde conoció a Diego
Velázquez. Es posible incluso que éste, también de origen sevillano, hubiera
sido durante un brevísimo período discípulo de Herrera, según nos cuenta en sus
Vidas el historiador Antonio Palomino.
San José con el niño Jesús Santo fraile de
medio cuerpo
Francisco Herrera, el Mozo
(Sevilla, 1622 - Madrid, 1685) fue un pintor y arquitecto barroco
español hijo de Herrera el Viejo.
Marchó muy joven a Italia, hacia 1650, al parecer incapaz de
resistir el mal carácter de su padre, con quien había colaborado en algunas
obras; allí estudió pintura al fresco, muy de moda durante el Barroco
decorativo allí, y que apenas se practicaba en España, por lo que los
fresquistas italianos eran muy demandados; como colaborador de los fresquistas
romanos aprendió a hacer su pincelada más suelta y a hacer más dinámicas sus composiciones.
La escuela veneciana le influyó en cuanto a la aplicación del color y el
tratamiento de la luz. Sus naturalezas muertas, sus perspectivas
arquitectónicas y sus retratos alcanzaron gran popularidad en la capital
italiana, desde donde se dirigió a Nápoles, pero la totalidad de su producción
de este periodo se encuentra perdida o sin identificar. Completó sus estudios
con la arquitectura, en la cual llegó a destacar por sus proyectos. Cuando
regresó a Sevilla, su padre se había trasladado a la Corte madrileña.
Fue nombrado copresidente de la Academia de Sevilla con Bartolomé Esteban
Murillo, uno de sus fundadores en 1660. Tras la muerte de su padre, Herrera
también se trasladó a Madrid; a mediados de 1654 firmó en Madrid un contrato
para realizar el altar mayor de la iglesia carmelita de San Hermenegildo (Museo
del Prado, Madrid), tema tratado ya por su padre. El escorzo forzado presenta
es esta obra, la composición escenográfica, basada en la línea curva y la gama
cromática cálida, mediatizada por una luz indirecta han sido considerados
elementos claves en la evolución de la pintura madrileña del útimo
tercio del siglo XVII. Los negocios familiares exigieron su regreso en 1655. Un
año después, pinto la Apoteosis de la Eucaristía (Catedral de
Sevilla), cuya ornamentación visual mediante putti repercutió en los
cuadros de Murillo. A esta siguió el Triunfo de San Francisco o San
Francisco recibiendo los estigmas (1657), para la Catedral de Sevilla.
En la corte consiguió ser pintor del rey Carlos II en 1672, además
de Maestro Mayor de las Obras Reales por su condición de arquitecto en 1677. Se
han perdido sus frescos de la iglesia de Nuestra Señora de Atocha,
Recoletos, y San Felipe el Real; sólo se conservan algunos lienzos. Entre estos
figuran varios cuadros de la Pasión (Museo Cerralbo, Madrid), y el Sueño
de San José (Museo del Prado). Su labor como tracista de retablos,
escenógrafo teatral y arquitecto se circunscribe a los últimos años de
su vida. En el desempeño de esta función viajó a Zaragoza en 1680 y trazó
los planos para la Basílica del Pilar, que se inició en 1681. Al morir en 1685,
el proyecto original de Herrera el Mozo se modificó.
César Manrique Cabrera ( 24 de abril 1919 Arrecife; †
25 de septiembre 1992 Teguise ) fue un pintor, escultor y artista
lanzaroteño. Compaginó su obra con la defensa de los valores
medioambientales de Canarias. Buscó la armonía entre el arte y la naturaleza
como espacio creativo. Obtuvo, entre otros, el Premio Mundial de Ecología y
Turismo y el Premio Europa Nostra.
Nació el 24 de abril de 1919 en Arrecife. Después de la Guerra
Civil española ingresó en la Universidad de La Laguna para estudiar
arquitectura técnica, pero después de dos años abandonó la carrera. En
1942 tiene lugar su primera exposición individual (Arrecife). Tras conseguir
una beca de la Capitanía General de Canarias viaja a Madrid para
estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en 1945,
donde se graduó como profesor de arte y pintura. Con el auge del surrealismo en
la década de los 50 fundó la galería Fernando Fé, la primera galería no
figurativa de España. Durante esa época realizó murales en Lanzarote
(como el del Aeropuerto de Guacimeta y el parador de Turismo de Arrecife) y en
la península, y expone su trabajo en varios países.
En 1964 se trasladó a Nueva York donde expuso, entre otras, en la Galería
Catherine Viviano y tuvo contacto con las corrientes artísticas
norteamericanas.
En 1966 se instala definitivamente en Lanzarote, isla que
comenzaba a desarrollar el sector turístico. Durante las décadas de los 70 y 80
tiene lugar una importante actividad como creador de espacios perfectamente
integrados en el entorno natural de la isla. También participó en proyectos en
otras islas del archipiélago y otros lugares de España (como el Centro
Comercial La Vaguada 1983 en Madrid).
En 1988 traslada su residencia a su nueva casa de Haría, construida
y decorada por Manrique y publica "Escrito en el fuego".
Murió en un accidente de tráfico el 25 de septiembre de 1992,
cerca de la sede de la fundación que lleva su nombre, inaugurada en marzo de
ese mismo año.
La fundación, ubicada en la antigua residencia del artista en Taro
Tahíche, acoge hoy en día sus obras (esculturas, dibujos, pinturas...) y la de
otros artistas.
Durante bastante tiempo las obras de Del Mazo fueron atribuidas a
Velázquez. La crítica moderna con las nuevas técnicas y conocimientos han
podido restituir la autoría de dichas obras. Entre su mejores obras destacan la
Vista de Zaragoza, la Cacería del Tabladillo y el Arco de Tito.
Escultura cinética do artista localizada em Tahíche, Canárias.
Joan Miró i Ferrà (Barcelona,
España, 20 de abril de 1893 — Palma de Mallorca, Baleares, 25 de
diciembre de 1983) pintor, escultor, grabador y ceramista español,
considerado uno de los máximos representantes del surrealismo. En su obra
reflejó su interés en el subconsciente, en lo "infantil" y en su
país. En numerosas entrevistas y escritos que datan de la década de 1930, Miró
manifestó su deseo de abandonar los métodos convencionales de pintura, en sus
propias palabras de "matarlos, asesinarlos o violarlos", para
poder favorecer una forma de expresión que fuese contemporánea.
Miró estudió comercio y trabajó por dos años como empleado
en una droguería, hasta que una enfermedad lo obligó a retirarse a una casa
familiar en el pueblo de Mont-roig del Camp. Cuando regresa a Barcelona,
ingresa a la Academia de arte dirigida por Francesc Galí, donde conoció las
últimas tendencias artísticas europeas.
Movido por la comunidad artística que se agrupaba en Montparnasse,
Miró se mudó durante varias temporadas invernales a París, desde 1920, donde
desarrolló un estilo único, influido por poetas y escritores surrealistas. Sus
trabajos surrealistas son considerados de los más originales del siglo XX.
En 1926, colaboró con Max Ernst en diseños para los Ballets
Rusos de Sergei Diaghilev, en la obra Romeo y Julieta. Con la ayuda de
Miró, Max Ernst fue un pionero en la técnica de "grattage" en
la cual se usa una espátula para remover pigmentos de la tela.
Se casó con Pilar Juncosa en Palma de Mallorca el 12 de octubre de
1929, y el 17 de julio de 1931, la pareja tuvo una hija, Dolores.
Miró, uno de los artistas surrealistas más radicales (el fundador
del surrealismo, André Breton, dijo de él que era "el más surrealista de
todos nosotros"), era conocido por su afinidad al automatismo y promovió
el uso del ayuno, el insomnio y las drogas psicoactivas, para inducir estados
de alucinación, que llevasen a crear arte que revelara el subconsciente. Miró
declaró haber creado uno de sus trabajos más famosos, El Carnaval del Arlequín,
bajo alucinaciones debidas a la falta de comida y bebida.
En 1954 Miró ganó el Gran Premio de Grabado de la Bienal de
Venecia y, entre otros premios, en 1980 recibió, de manos del rey Juan Carlos I
de España, la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
En sus últimas décadas, Miró aceleró su trabajo en diferentes
medios, produciendo esculturas y, junto al ceramista Josep Llorens Artigas,
cientos de cerámicas, incluyendo los murales "La Luna" y "El
Sol" en el edificio de la UNESCO ubicado en París e inaugurado en
1958, por los que en 1959 recibió el Premio Guggenheim. También creó pinturas
temporales en paneles callejeros de vidrio durante la exposición <Miró
otro> en Barcelona (1969).
En los últimos años de su vida, Miró, en varias
entrevistas, sobre todo con Raillard, divulgó sus ideas más radicales y menos
conocidas; además, realizó un mural para el Pabellón de Gas de la Exposición
Universal de Osaka (Japón) en 1970 y transgredió nuevamente las
convenciones tradicionales de la pintura.
En 1978 recibió la Medalla de Oro de la Generalidad de
Cataluña, siendo el primer catalán en recibir tal distinción.
Falleció en Palma de Mallorca el 25 de diciembre de 1983 y fue
enterrado en el cementerio de Montjuïc, en Barcelona.
Garden
Personnage etoile